Campaña contra el acoso sexual
En las calles de El Salvador, niñas y adolescentes son las principales víctimas de acoso sexual: piropos sexuales, silbidos, sonidos, miradas morbosas, roces indeseados, gestos sugestivos, burlas, bromas, chistes sexuales y tocamientos. Estos comportamientos han sido históricamente naturalizados y legitimados por la sociedad salvadoreña a pesar de que el delito está regulado en el Código Penal: “El que realice conducta sexual indeseada por quien la recibe, que implique frases, tocamiento, señas u otra conducta inequívoca de naturaleza o contenido sexual y que no constituya por sí sola un delito más grave, será sancionado con prisión de tres a cinco años”, según el artículo 165.
Por cuestiones de idiosincrasia, machismo, costumbre o tradición en el país, en el delito de acoso sexual, siempre se ha querido hacer responsable a la mujer de ser ella quien provoca esas conductas por la forma de vestirse o caminar.
En CINDE crememos que el acoso sexual se debe combatir con la educación desde que son pequeños. Por ello, se han llevado a cabo actividades en las comunidades que han consistido en talleres para reflexionar sobre estas conductas, en la pega de carteles en las calles en contra del acoso sexual y en la firma de acuerdos de protección contra el acoso.
Estamos convencidos de que estos niños y niñas serán adultos que rechazarán y reprobarán este tipo de conductas perjudiciales para la sociedad.